Placa conmemorativa Masacre de Ustica - Marsala

La tarde del 27 de junio de 1980, un DC-9 de Itavia despegó de Bolonia con casi dos horas de retraso (por lo que no se puede aceptar la teoría de una bomba con detonador horario) con destino a Palermo. Unos minutos antes de las 21, hora local, informó a la torre Roma Ciampino que iba a contactar con el control aéreo de Palermo para el descenso y luego desapareció de las pantallas de todos los radares de la zona.

La última frase en la grabadora de voz de la cabina , como confirmó recientemente Rainews24, fue la siguiente: "Guarda...cos'è" ("Mira... lo que es") -y luego silencio. Así lo dijo el copiloto, Fontana, que estaba sentado en el lado derecho de la cabina.

La trayectoria del radar de Ciampino, reproducida en papel, muestra una clara maniobra de ataque de un avión de combate militar que vino desde el oeste y cruzó el rumbo del DC-9 en un ángulo de 90 grados.

El avión se estrelló en el mar cerca de la isla volcánica de Ustica en el mar Tirreno, matando a los 77 pasajeros y cuatro miembros de la tripulación. En los medios italianos, el accidente aéreo también fue llamado Masacre de Ustica (Strage di Ustica).

Se han iniciado varias investigaciones tras el accidente aéreo. La investigación fue saboteada durante mucho tiempo, sin que quedara clara la causa. La investigación sobre lo sucedido estuvo suspendida hasta 1986.

No fue hasta el 23 de enero de 2013 que el tribunal italiano dictaminó que había pruebas claras de que el avión había sido derribado por un misil. Aún se desconoce la verdad exacta sobre esa noche.

El período político histórico en el que tuvo lugar este caso fue particularmente problemático y tenso . Era la última década de la Guerra Fría y la OTAN había decidido recientemente instalar misiles de medio alcance en territorio europeo con la esperanza de que la URSS retirara los SS-20 dirigidos a Europa. Los euromisiles debían colocarse en Comiso, una pequeña ciudad de Sicilia .

Precisamente en esos años , Italia fortaleció sus vínculos económicos y comerciales con la Libia de Gadafi y el Irak de Saddam Hussein, lo que generó descontento entre la alianza y especialmente entre Estados Unidos.

Pudo haber habido una colaboración entre varios servicios secretos para encubrir las pruebas del caso, ya que aún no sabemos la verdad sobre lo ocurrido. El 8 de mayo de 2010, el Jefe de Estado Giorgio Napolitano confirmó que lo ocurrido en Ustica fue el resultado de intrigas internacionales, junto con la falta de transparencia por parte de los organismos estatales.

Fuentes clave de los medios italianos afirmaron que el avión fue derribado durante un combate aéreo entre combatientes de las fuerzas aéreas libias, estadounidenses, francesas e italianas en un intento de asesinato por parte de miembros de la OTAN contra Gaddafi, que volaba en el mismo espacio aéreo ese día. Esta versión fue apoyada en 1999 por el juez de instrucción Rosario Priore, quien afirmó en su informe final que su investigación había sido obstaculizada deliberadamente por militares italianos y miembros de los servicios secretos, de acuerdo con las peticiones de la OTAN.

El accidente del avión civil podría haber sido consecuencia de la colisión con uno de los aviones militares, cuya nacionalidad, sin embargo, nunca será determinada. La destrucción de pruebas demuestra que existió un proyecto específico para impedir cualquier reconstrucción fundamentada y razonable del suceso.

willem vandenameele