Can Garcini

Otra de las pocas masías que aún se conservan en el barrio es Can Garcini. Esta casa del siglo XVIII fue propiedad del magistrado barcelonés Josep Caietà Garcini, de donde proviene el nombre de la masía y la calle. El documento más antiguo que se conserva de ella data del 1796, y se situaba en sus orígenes en zona rural agrícola. En 1900 la torre pasó a ser propiedad durante un tiempo de Manuel Miquel Margarola, que intentó cambiar el nombre de la casa por Can Margarola, pero por poco tiempo. Finalmente, la masía pasó a manos de la familia Alós y, el abuelo de los últimos propietarios llamado Lluís Alós de Martín, le retorno a la casa el nombre original. Durante la dictadura de Primo de Rivera y a lo largo de los años del franquismo la casa fue lugar de encuentro para grupos democráticos clandestinos. Actualmente, la masía pertenece a la constructora Núñez i Navarro e iba a ser demolida pero la presión de los vecinos ha hecho que el ayuntamiento de la ciudad intente llegar a un acuerdo e inicie negociaciones. Hoy en día la casa está situada entre edificios y rodeada de un pequeño jardín. Los vecinos quieren que se convierta en parque y equipamiento del barrio. La casa se conserva en buen estado de conservación y alberga una gran biblioteca con cerca de 30000 obras de literatura pertenecientes al padre de los últimos propietarios, quién fue bibliógrafo y secretario general del Instituto de Estudios Catalanes.

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