Plaza del Rey

En las escaleras de la iglesia tienes una vista impresionante del valle del Zenne, el río que fluía por Bruselas. La torre del ayuntamiento destaca en este paisaje. Es en esa zona, en el punto más profundo del valle, donde Bruselas nació en el siglo X. Donde la ruta comercial entre Brujas y Colonia cruzaba con el Zenne, la gente vio la oportunidad de comerciar y vender y procesar productos de la zona. Eso fue un éxito, porque cien años después había un bullicio incesante.

Aparecieron los poderosos que organizaron la sociedad y que ya no necesitaban el agua del Zenne. Así que se establecieron en la empinada ladera del valle y comenzaron a construir palacios. Uno de los más poderosos fue el Palacio en el Coudenberg. Pero ese palacio se incendió en 1731 y en su lugar se creó la plaza donde ahora te encuentras: una plaza rectangular con edificios que se parecen entre sí y están construidos de manera simétrica. Se llama clasicismo.

Godofredo de Bouillón se asienta en el centro, mirando hacia la ciudad baja. Cuando la joven Bélgica necesitaba héroes nacionales para escribir su historia y así hacerse una identidad, buscó grandes héroes del pasado 'nacional'. Godofredo de Bouillón fue un líder de la primera cruzada y conquistó Jerusalén, según él, 'caminando en la sangre de los saracenos'. Se consideró apropiado en 1848 para ser mostrado. Probablemente hoy pensaríamos diferente, al igual que sobre muchas otras estatuas en la ciudad.

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