Palacio Arzobispal - Sevilla

El Palacio Arzobispal está situado junto a la catedral, la Giralda y los Reales Alcázares y es una de las grandes incógnitas.

Con un fantástico exterior barroco, rara vez se visita y sólo parcialmente. Es un edificio que hay que apreciar desde tres puntos de vista: el edificio en sí, el patrimonio artístico que contiene y su patrimonio cultural, porque alberga uno de los mejores archivos eclesiásticos . No en vano es considerada la tercera pinacoteca más grande de la ciudad, después del Museo de Bellas Artes y la Catedral, con obras de Murillo, Zurbarán, Juan de Espinal y Lucas Valdés, entre otros.

La entrada principal , en el lado sur, fue realizada por el maestro cantero Lorenzo Fernández de Iglesias.

El edificio se distribuye en dos grandes patios y otros patios más pequeños con jardines en la parte trasera. Los principales elementos barrocos son la escalera monumental , las fachadas y las dos portadas, la más importante de las cuales es verdaderamente majestuosa.

De todas las estancias del Palacio Arzobispal destaca la capilla del patio del Apeadero , y en el segundo patio, situado al norte, el Salón de Santo Tomás, el Salón Principal, el Salón del Trono, la Galería del Priora, la sala del oratorio y el Oratorio.

Excepcionalmente , en el siglo XIX, el palacio fue Comandancia General durante la ocupación francesa y ocasionalmente residencia de los Duques de Montpensier cuando llegaron a la ciudad.

Donde actualmente se ubica el tercer patio del palacio, al norte, en la parte adaptada como Hotel Los Seises, se encontraron entre 1990 y 1991 restos de la infraestructura hidráulica romana (posiblemente un complejo termal) de los siglos II y III d.C. La zona estuvo abandonada durante la época musulmana hasta que se construyó la Mezquita Aljama en el último tercio del siglo XII. En época almohade debieron existir varios paseos y edificios de viviendas donde actualmente se ubica el palacio.

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