Ayuntamiento de Sevilla

El edificio histórico que alberga el Ayuntamiento es uno de los ejemplos más destacables de la arquitectura renacentista, con una bella decoración popularmente llamada plateresca . Está situado en la Plaza Nueva.

Iniciada en el siglo XVI por Diego de Riaño, el maestro construyó el sector sur de la Casa Consistorial, un pequeño edificio que contiene únicamente la sala capitular, la parada, la antigua escalera y la sala de los fieles albaceas, junto al arco que comunicada con el Monasterio Franciscano y dos plantas cubiertas por relieves platerescos que representan personajes históricos y míticos , heráldica y emblemas referentes a los fundadores de la ciudad como Hércules y Julio César.

Esta sede fue ampliada en el siglo XIX por Demetrio de los Ríos y Balbino Marrón, quienes diseñaron una nueva fachada principal, orientada a la Plaza Nueva, de estilo neoclásico. En el proyecto de ampliación, los escultores diseñaron y dirigieron la talla y reorganizaron el interior en torno a dos patios y una gran escalera.

Las dos fachadas del Ayuntamiento son posiblemente los elementos artísticos más representativos de este edificio oficial. En el interior , sin embargo, se conservan espacios de impresionante valor histórico y cultural , como una preciosa bóveda con artesonado grabado con imágenes de reyes en la planta baja. Actualmente alberga varias exposiciones relacionadas con la ciudad y también ha sido reconvertido en plató de televisión para el rodaje de varias escenas de la serie La Peste.

En la sala capitular superior, cubierta con un alfarje de madera, se exponen algunas de las pinturas municipales más importantes , como la Inmaculada y el retrato de Fray Pedro de Oña, de Zurbarán, La Procesión de Santa Clara y La Derrota de los Sarracenos de Valdés Leal.

En el interior del edificio se pueden contemplar algunas de las obras de artistas sevillanos más importantes hasta la fecha, como el Tríptico de la Virgen con el Niño, San Miguel y San Bartolomé y la Virgen de las Cerezas , ambas obras anónimas del siglo XVI. Otras obras destacables son Las Santas Justa y Rufina de Juan Espinal o la colección de pintura del siglo XIX donada por la familia Montpensier.

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