A Queralt por La Obaga

Ficha técnica

Distancia aproximada: 5,5 kilómetros
Tiempo aproximado: 2 horas
Señalización: Marcas amarillas y blancas (PR C-73) hasta la carretera de Sant Llorenç de Buixalleu; marcas verdes y blancas hasta Queralt y marcas amarillas y blancas (PR C-73) hasta
Aparcamiento: Aparcamiento de la zona de Sant Francesc
Puntos de interés: Elementos de patrimonio industrial en la riera de Metge, santuario de Queralt y sierra de Queralt.
Servicios:
Dentro de la ruta encontramos el bar de Queralt, los restaurantes Sant Marc y Font Negra, el hotel restaurante Cal Nen y la pensión restaurante Hostal del Guiu
Para otros servicios dentro de la ciudad de podéis consultar el apartado de alojamientos.
Bibliografía:
La riera de Metge en la industrialización de de Francesc Espuña.
Cataluña Románica, volumen XII, El Berguedà
Cartografía:
El Berguedà 1:50.000. Instituto Cartográfico de Cataluña
Rasos de Solivella – Serra d'Ensija 1:25.000. Editorial Alpina

Introducción

La riera de Metge desempeñó un papel clave en la industrialización de durante los siglos XVIII y XIX. Aunque hay referencias en los documentos de la existencia de molinos desde la edad media, el auge comenzó cuando se desvió parte del caudal del arroyo por el centro de la ciudad y se aprovechó el fuerte desnivel para instalar fábricas y molinos que utilizaban la energía del agua (sustituida más adelante con electricidad) para mover sus máquinas.
La primera parte de esta ruta permite apreciar el tramo superior de este aprovechamiento industrial; la segunda parte se adentra en las primeras estribaciones de la sierra de Queralt.

Descripción de la ruta

Desde la plaza Sant Francesc coge el PR C-73. Por la calle de subida, a mano derecha, veréis Cal Corneta. Este edificio fue construido como fábrica textil a finales del siglo XIX sobre el solar de un antiguo molino y funcionó hasta los años 50. Ahora es utilizado como vivienda.

Más adelante veréis la fábrica del señor Andreu Ros. Constituye la parte superior de la hilera de casas (barrio de Pinsania). Sus inicios se remontan a 1821 (fecha de escritura de compra), pero hay menciones de molinos (molinos del Zócalo) que datan del siglo XV. Se utilizó principalmente para el alambrado y el cardado de algodón. Todavía se percibe la actividad industrial en algunos de los bajos.

Al llegar al número 16 de la calle, veréis una cara tallada en la piedra, era el signo utilizado a finales del siglo XIX y principios del XX para indicar la presencia de un prostíbulo.

Justo antes de llegar a la carretera de Sant Llorenç, debajo, junto a un tubo que transporta lo que queda de la riera tras las captaciones de agua potable, veréis una estructura que parece un refuerzo de la pared de la carretera. Son los restos del acueducto que llevaba el agua al molino del Alon que se encontraba enfrente, hoy desaparecido y sustituido por una casa.

Al otro lado de la carretera se ve un descampado con restos de una edificación. Es todo lo que queda de Cal Patata, una importante fábrica textil que fue quemada durante la Guerra Civil, en la retirada de 1939. Hay documentos desde 1632 que hablan de la existencia de un aserradero de madera antes de la construcción de la fábrica.

Las marcas del PR cruzan la carretera, toman el atajo de Queralt, pero marchan hacia la izquierda tras el oratorio. Vosotros tenéis que seguir subiendo por la estrecha carretera, siguiendo las marcas verdes y blancas del sendero local. El siguiente edificio que encontraréis es la fábrica de El Franquesa. Actualmente son viviendas medio abandonadas. Fue una fábrica textil desde 1881 hasta su abandono como industria durante la Guerra Civil.

Un poco más arriba, veréis una especie de puente que fue el acueducto y el salto de agua para la fábrica Lluís Ne. El solar vacío de la derecha de la carretera constituye parte del emplazamiento de la fábrica, aunque en su día fue un edificio mucho más grande que llegaba más allá del acueducto. Debajo, se ve la toma de la fábrica de El Franquesa. Esta fábrica, que fue construida en la segunda mitad del siglo XIX, funcionó como fábrica textil hasta que también fue quemada durante la Guerra Civil. Finalmente fue demolida en 1986 por peligro de hundimiento. El actual aparcamiento del restaurante Cal Nen ocupa el lugar de la antigua balsa de la fábrica.

Muy pronto veréis la antigua fábrica de El Guingueta, un edificio imponente, medio en ruinas, al otro lado de la Riera. Fue construida a finales del siglo XIX como fábrica textil y quemada como tantas otras industrias en 1939, pero fue restaurada y siguió funcionando hasta 1950. La casa de abajo es el molino del Barón, actualmente vivienda pero antiguamente molino de harina que se menciona desde 1791.

Cien metros más adelante del restaurante Sant Marc, hay un camino a la derecha que lleva a unas ruinas, es el molino del Yeso del que todavía se ve la salida de agua. Quedó inactivo con la construcción de El Jijica, ya que la fábrica construyó un nuevo canal que lo dejó sin agua. Era un molino de cemento y yeso.

Llegaréis a la carretera de Queralt y veréis el último edificio de la riera que fue el molino de El Bofarull, hoy Hostal del Guiu. Desde finales del siglo XIX, trabajó como molino de cemento y pequeña central eléctrica hasta que fue reformado como hostal en 1949. Desde la carretera todavía se ve el canal y la esclusa.

A partir de ahí el paisaje será el protagonista. Las marcas marchan hacia la izquierda por un caminito. Si queréis agua, un poco más arriba se ve un pequeño puente que cruza la riera y una fuente: es la fuente de Mossèn Guiu. Es un lugar muy agradable para descansar y refrescarse. Desde la fuente sale un camino hacia la izquierda que enlaza con el camino marcado.

Saldréis a la carretera de Queralt frente a la ermita de la Sagrada Familia. Cruze la carretera para pasar por el lado de la ermita y volviéndola a cruzar para subir por el bosque justo hasta encima de la primera curva. Aquí dejaréis un SL que sigue la carretera hacia la izquierda y que va a Sant Pere de Madrona y continuaréis por el SL que cruza la carretera y se enfila por el sendero. Muy pronto llegaréis a una pista asfaltada que hay que seguir por la derecha y dejarla muy pronto para trepar por un sendero que empieza en unas escaleras a mano izquierda. Volveréis a cruzar la carretera y tomaréis el camino que os llevará hasta debajo del aparcamiento de Queralt pasando por dentro de un interesante hayedo. Una vez arriba la carretera ya sólo habrá que seguirla arriba hasta el santuario.

En Queralt, podéis aprovechar para visitar la iglesia, la cueva del Troballa y los miradores. Las vistas son impresionantes, y si el tiempo acompaña veréis volar los parapentes por delante de la sierra. También hay una fuente para llenar la cantimplora. Actualmente solo hay servicio de bar, pero existe un ambicioso proyecto para restaurar el edificio con un hotel y un nuevo restaurante.

Para regresar hacia tenéis que seguir las marcas amarillas y blancas del PR C-73 hasta la plaza de Sant Francesc. Este camino de bajada es conocido como el atajo de Queralt donde, bajando, encontraréis las capillas de la Virgen de los Dolores, de Sant Jaume y de Sant Jacint. Vale la pena hacer el descenso tranquilamente y disfrutar de las panorámicas. Sobre todo en la última cresta, pasada la urbanización, hay unas interesantes perspectivas del Estrecho y del Hostal del Guiu.