La construcción de la iglesia comenzó en 1598 . Presumiblemente este sitio albergó el palacio de la familia Sinibaldi , donde nació Santa Rosalía del siglo XII. En el lugar había una capilla de la época normanda .
El Oratorio de Santa Caterina se sitúa a la derecha de la fachada, retranqueado respecto a la plaza. Al norte de la fachada se encuentra el antiguo monasterio de la Congregación de los Jesuitas , hoy Museo Arqueológico Regional Antonio Salinas.
La fachada, terminada entre 1655 y 1690, se caracteriza por la presencia de dos campanarios dobles, por una abundancia de columnas ligeramente salientes, por portales y estatuas que, siguiendo el ejemplo de las construcciones romanas contemporáneas, transformaron la fachada de la iglesia en un Bello y suntuoso documento barroco . Una gran escalera, rodeada por una verja de hierro, conduce a los portales, construidos hacia 1690, con puertas de madera finamente tallada.
Las estatuas de segundo orden muestran: S. Rosalía y S. Filippo Neri, a la derecha del campanario, S. Francesco de Sales y S. Ignazio, a la izquierda. El edificio está rematado por una elegante cúpula, terminada en 1732 y cubierta con placas de plomo.
El interior , de triple nave, es amplio y solemne y tiene planta de cruz latina. Las naves están divididas por columnas y complementadas con capillas laterales; el enorme crucero conduce a la gran capilla rectangular. La decoración, realizada en el siglo XVIII, incluye importantes obras pictóricas y escultóricas.
De gran valor es el suelo , que consta de una elegante composición de mármol policromado. La bóveda fue decorada con escenas de las Sagradas Escrituras por Antonio Manno en 1790; Los compartimentos neoclásicos fueron preparados por Venanzio Marvuglia, quien contribuyó al equipamiento final de la iglesia hacia 1772.
Además, son de notable interés : la estatua de la Inmaculada Concepción creada por Alessandro Bagnasco en 1873; lienzo de Santa Rosalía pintado por Filippo Randazzo; dos sillería del coro con órgano flanqueando la galería, decorada con paneles de mármol; el altar mayor del siglo XIX en mármol con frisos de piedra y bronce y flanqueado por dos estatuas de mármol realizadas por Ignazio Marabitti que representan a San Pedro y San Pablo, etc.
Fuente: Willem Vandenameele
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