Casa Fuerte - Adeje

Este impresionante palacio-fortaleza , que durante siglos fue residencia de la familia Ponte y sus descendientes en Adeje, fue construido hacia el año 1556 por Pedro de Ponte que había construido un ingenio azucarero unos años antes.

El motivo de la construcción del edificio fueron las incursiones de piratas franceses e ingleses en las costas de Adeje.

Se trataba de una residencia fortificada, mezcla de señorío y fortaleza, de planta casi cuadrada y con una superficie de 9.024 varas castellanas ( 7.200 metros cuadrados) . Constaba de castillo y torre del homenaje, almacenes , hórreos, caballerizas, fragua, panadería, hornos, dependencias para sirvientes y administradores, capilla de oración y el palacio principal . Según el naturalista francés Berthelot, “ la sala más importante es la sala del archivo ”, que contaba con cuatro grandes armarios repletos de documentos, calificado por el historiador Viera y Clavijo como “el tesoro de Canarias”.

Durante más de trescientos años, Casa-Fuerte se convirtió en el centro político, económico y social de la jurisdicción de Adeje , así como en un imponente símbolo de toda una época: la del régimen señorial de Ponte. El último miembro de la familia Ponte que residió en esta casa fortaleza fue el marqués don Domingo José de Herrera Ayala y Ponte, fallecido en 1766. A partir de entonces fue residencia del administrador de los marqueses de Bélgica y sus empleados.

Un incendio destruyó el edificio en 1902. La torre y la puerta de entrada se salvaron, así como las paredes de la cocina, partes de la valla y la panadería. También se han conservado los archivos de animales y familiares . Posteriormente, los archivos fueron trasladados a un museo.

En 1904 la familia Curbelo de Gran Canaria se instaló en el conjunto y construyó nuevos edificios dentro y fuera de las murallas, especialmente en la fachada oriental del conjunto, que anteriormente era un patio abierto. En la década de 1980, la competencia de otros lugares llevó al cierre de la planta envasadora, aunque el cultivo de tomates continuó en el lugar hasta principios de la década de 2000 bajo la cooperativa de San Sebastián.

El 7 de febrero de 1986 fue protegido como estructura de interés histórico para Canarias.

Hoy en día sigue en las mismas condiciones. En 2019 fue incluido en la lista roja española de patrimonio en peligro. Desde entonces se han llevado a cabo trabajos de restauración y parte del monumento está abierto al público para visitas diarias.

A mediados del siglo XVI se levantaba en Adeje el último ingenio azucarero de la isla , alimentado por las aguas del barranco del Barranco del Infierno . Este ingenio azucarero estuvo ubicado en la Casa Fuerte antes de que ésta se construyera y su producción fue la más importante de Tenerife.

La caña de azúcar se introdujo en Canarias desde Madeira a finales del siglo XV y se convirtió en la principal fuente de riqueza en el siglo XVI. Rápidamente se adaptó a las condiciones climáticas y desarrolló la industria azucarera en Canarias , que trajo consigo los sistemas de cultivo y todo lo necesario para el proceso de transformación y la instalación de las fábricas de azúcar . En la isla de Tenerife el cultivo se extendió primero hacia el norte de la isla y luego hacia el sur a mediados del siglo XVI, con los ingenios azucareros de Adeje y Arona.

En Adeje encontramos dos ingenios azucareros, uno en La Concepción, construido por Antonio de Castro y otro en Casa Fuerte construida por Pedro de Ponte.

La construcción del Molino de Adeje se inició en 1554 , cuando Pedro de Ponte acordó con Antonio de Blas, maestro molinero, construir uno en Adeje en noviembre de 1553.

Los ingresos de la fábrica fueron significativos hasta la década de 1880, cuando comenzaron a disminuir debido a la competencia del azúcar brasileño, los ataques de piratas, los desastres naturales y las duras cláusulas de obligaciones del mayorazgo. El ingenio fue cerrado en 1811 debido a la mala cosecha de los campos de caña de azúcar, que luego se utilizaron para viñedos y plantaciones frutales.

El azúcar se exportaba directamente a través del puerto de La Caleta a Cádiz y Amberes.

Willem Vandenameele