Zuidhorn

Zuidhorn se convirtió en el siglo XVIII en el escenario de una terrible persecución relacionada con la homosexualidad o la sodomía. El entonces grietman De Mepsche, una especie de alcalde, persiguió a un gran número de personas de los alrededores y obligó a las confesiones mediante la tortura. Se emitieron 22 sentencias de muerte y se ejecutaron por ahorcamiento durante una ejecución pública en Zuidhorn. Dos personas ya habían sucumbido a la tortura en la silla de tormento. Todos los 22 cadáveres fueron quemados sin honra en lugar de ser enterrados. El chico más joven ahorcado tenía solo quince años. Dos chicos de catorce años fueron considerados menores de edad, pero se les encontró culpables; tuvieron que presenciar las ejecuciones y desaparecieron por el resto de sus vidas en casas de corrección.

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