Lange Wapper

“Lange Wapper era un espíritu inquieto que venía a atormentar a los anturianos. A veces también castigaba a las personas deshonestas, como Stans van 't Gangske. Ella a menudo se escondía cerca de la caja de los abandonados. Quien traicionaba a una madre que había dejado a su hijo en la caja, recibía una buena recompensa. Un día, cuando un bebé estaba frente a la puerta de Stans, decidió llevarlo también a la caja de los abandonados. En el camino, el niño se hacía cada vez más pesado, hasta que Stans no pudo más con él. Esperaba un golpe sordo cuando el bebé cayó al suelo, pero escuchó una risa burlona. Resultó ser Lange Wapper, que se había disfrazado de bebé y le dio un buen susto.”

“Esta es solo una de las muchas leyendas que circulan sobre Lange Wapper. Otra es que las numerosas estatuas de María que hay en la ciudad fueron colocadas para protegerse de Lange Wapper. Como cómplice del diablo, él las evitaba. Después de un tiempo, había tantas estatuas de María, que Lange Wapper decidió abandonar la ciudad. Desde entonces, el anturiano se ha librado de él.”

Hanna Van Thienen