Pollare

El apodo para los habitantes de Pollare es "Troteters". A finales de septiembre de 1830, Bélgica se separó del Reino Unido de los Países Bajos: "la revolución brabantina". En Pollare precisamente era la feria. A pesar de la guerra, los pollaranos quisieron mantener esta antigua costumbre. La cerveza estaba fresca en los sótanos, el olor a pan recién horneado salía de todas las panaderías y el tan codiciado appeltrot (puré de manzana) estaba listo. Dorado. De repente se susurró, luego se gritó y pronto se clamó que el ejército holandés se acercaba para ponerlo todo a fuego y hierro. El sacristán de Pollare no era muy valiente, pero sí un gran amante del buen trot. Tomó diecisiete cuencos de puré de manzana y trepó al campanario. Cerró con cuidado la puerta interior con tres cerraduras. Cuando el peligro pasó, encontraron al sacristán, durmiendo en el campanario, en medio del appeltrot... "trot pollarense" sigue siendo una especialidad conocida de Pollare hasta el día de hoy.

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