Calzada romana en Oímbra

Se cree que la calzada romana de Oímbra podría ser parte de la ruta natural diseñada por los Tartessos en el siglo 7 aC, utilizada para comerciar con el norte de la Península. Esta fue la ruta utilizada por los romanos para erigir la calzada romana que uniría Cantabria con las tierras del sur de Hispania, y donde se incluía esta región. Esta ruta favoreció la circulación de mercancías, tropas y viajeros, además de ayudar a difundir y expandir la cultura romana. La 12ª Carretera de la ruta Antonino iba de Chaves a Iria Flavia, pasando por Carregal, cerca de Oímbra, cruzando el río Búbal frente a Guimarei (Monterrei) y Orense. En el 3er siglo, una ruta secundaria fue a través de Rabal al este de San Cibrao, Coelobriga, y el este de Oímbra, Portela y Vagoeira, uniéndose a la carretera 13 en el Puente Búbal.
Este tramo de la calzada, probablemente de origen romano con trazado medieval recientemente reformado, tiene 150 metros de longitud y es empinado, y concluye en la preciosa iglesia parroquial de Santa María, fechada en 1634.
Numerosos restos romanos se pueden encontrar en el territorio. Se entiende que los romanos se asentaron aquí ya que es un enclave estratégico excepcional, climático y de fertilidad.

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