Pannegoor

Don Emiliano Cartier de Marchiennes, por quien se nombró la Cartierheide, se instaló a mediados del siglo XIX en la cercana finca Duyselshof y compró un gran terreno de juncos donde podía cazar. En los pequeños estanques no había suficientes patos a su gusto, así que hizo excavar un gran charco: el Pannegoor, donde ahora todas esas gaviotas hacen sus nidos. En la pequeña duna que se levantó entre el charco y la juncia, se plantaron pequeños abetos. Así, el don y sus amigos cazadores podían acercarse a los patos sin ser vistos. El camino serpenteante, entre y sobre las raíces de los abetos, todavía existe. Este Pasaje Pannegoor es uno de los lugares más bellos de la ruta.

Willem en Ria Heeres