De la Ferté-Milon à l'Ourcq et au Clignon

Cerca de París, la ciudad catalogada de La Ferté-Milon se alza sobre una colina que domina el Ourcq, punto de partida de un encuentro con los ríos y canales del Valois, el Omois y el Orxois: un recorrido que combina el recuerdo de Racine, la vida de los barqueros, el encanto de los antiguos molinos de paletas y los gloriosos restos de comandancias, abadías y castillos. Desde la inmensa fachada construida por el duque de Orleans en La Ferté-Milon hasta el pequeño canal del Clignon con su puente-canal en miniatura, el itinerario vacila entre el agua y el bosque, los pueblos animados y los lugares de recogimiento, como la abadía de Cerfroid.